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Profesora cubana de la Universidad de estudios internacionales: Me quedo en China y no podemos abandonar el trabajo y los estudiantes.

发布日期:2020/3/3 18:23:38 访问次数:404



La admiración de una profesora extranjera ante la resistencia del gigante asiático durante el brote del coronavirus.  

                                                                                                                                 ----Profesora cubana Yunaisi




La vida nos pone a prueba y a veces nos hace sacar una fuerza interior de donde nunca imaginamos que podíamos tenerla. En esa situación me he encontrado a partir de los sucesos acontecidos en el transcurso del Festival de Primavera en China.


Soy una profesora cubana que vino a este país, al igual que otros expertos extranjeros,  a cumplir con la tarea de enseñar español  a estudiantes de la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei, para contribuir a la educación superior de China y establecer sólidos puentes de hermandad y solidaridad, sin pensar que iba a pasar por una experiencia única en mi vida.


A mediados de enero supimos que un brote de neumonía por la infección del coronavirus era la noticia del momento. Una nueva epidemia iba azotando algunas ciudades del centro de la nación y se iba extendiendo progresivamente por toda China.


Desde los inicios del nuevo brote del virus, acudimos rápidamente a todos los medios de información, para conocer más sobre la epidemia que sorprendía  y ponía en acción a todo el pueblo chino. Una mezcla de sorpresa y preocupación nos sobrecogió a todos. En ese momento nos encontrábamos disfrutando de las merecidas vacaciones de invierno.

Al ser una noticia de gran impacto internacional, enseguida los medios televisivos divulgaron la información y lógicamente,  nuestras familias estuvieron al tanto. La primera reacción por parte de la familia  fue pedirnos que regresáramos a casa. Tuvimos que sacar fuerzas y alentar  a nuestros padres, hermanos, hijos del otro lado del mundo para mantenerlos tranquilos. Le dimos ánimos y los calmamos al explicarle que todo estaba bien y que se estaban tomando todas las medidas de protección con  nosotros y con todo el pueblo. Nos mantuvimos firmes, y decidimos quedarnos en China por el amor, el compromiso y la responsabilidad que teníamos de continuar nuestra labor. No podíamos abandonar el puesto de trabajo, no podíamos abandonar a los estudiantes que ya eran como nuestros hijos y nos necesitaban en el arte de enseñar y educar a las nuevas generaciones; expresión esto último de la entrega y solidaridad sin límites que la Revolución ha inculcado en cada uno de nosotros.

La manera en que el gobierno chino ha manejado la situación ha sido increíble, Es impresionante ver cómo el gobierno y el Partido Comunista de China han priorizado ante todo la salud y la protección de la vida de las personas. Ese es un ejemplo de altruismo de un gobierno que se preocupa por las gentes comunes y no escatima ni recursos, ni dinero, ni esfuerzos para mantenernos a todos a salvo y sacar adelante a su país. La práctica ha demostrado que la capacidad de respuesta de las autoridades sanitarias chinas ha sido extraordinaria, sumando a ello una estrategia que ha priorizado contener de manera efectiva la trasmisión de esta terrible enfermedad.

Ha existido una intensa preocupación por la vida y seguridad de los expertos extranjeros. Nosotros hemos recibido una información muy confiable y el gobierno y directivos de la universidad han sido muy rigurosos en el cumplimiento de todas las medidas. Ha sido muy reconfortante  ver la preocupación por nuestra salud y seguridad por parte de la dirección de la universidad. La toma de temperatura diaria, la organización de una tarjeta para salir al mercado, la situación de los dormitorios y todo lo concerniente a nuestra comodidad. La desinfección diaria de los edificios, la ventilación de los dormitorios durante 30 minutos, el lavado frecuente de manos así como la adecuada alimentación.

Es muy alentador ver la capacidad y rapidez con que este enorme país, con una población tan inmensa ha tenido que cerrar ciudades enteras para evitar una propagación que de otra manera hubiera tomado consecuencias más devastadoras. Confiamos en el arduo trabajo que está realizando  en la lucha contra la epidemia y  en la ejemplar respuesta que siguen dando las autoridades, el personal médico y la población china en general.

El sistema nacional de Educación de China también ha tomado algunas medidas para comenzar el semestre en tiempo y no exista atraso en la docencia en los diferentes niveles de educación. En este sentido, una de las alternativas tomadas fue la orientación sobre la organización de la enseñanza en línea  y la gestión de colegios y universidades  durante la prevención y el control de la epidemia. Por eso,  lanzó varias plataformas para el apoyo a la docencia. Se han prestado gratuitamente los servicios de cursos a todo el país, conferencias en vivo, servicios disponibles y materiales didácticos.

Nos llenó de satisfacción saber que las clases no se atrasarían y nos dedicamos a prepararnos para impartir la docencia, pudimos comunicarnos con los estudiantes por wechat, les explicamos cómo serían las clases y comenzamos a aprender cómo se trabajaría. Creamos grupos para la enseñanza en línea.

Para los estudiantes que aprenden español, la enseñanza en línea ha sido un reto, en función de que deben crear más habilidades de comprensión auditiva. Se han utilizado métodos adecuados con el fin de elevar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje para que los conocimientos lleguen favorablemente a los estudiantes.


Esta ha sido una batalla épica, han sido momentos de profundo desvelo, preocupación pero también de optimismo y de entrega. No hemos pensado nunca dejar solo a este pueblo. Nuestra respuesta es la de permanecer junto a ellos uniendo fuerzas y compromiso en la batalla contra la epidemia.

Realmente esta vivencia ha sido única y quedará para contarla a nuestros hijos,  familiares y amigos. Me ha impresionado grandemente el espíritu altruista del personal de salud chino, al riesgo  de exponer sus propias vidas. Me ha causado admiración ver cómo las jóvenes enfermeras han cortado sus cabellos y ponían sus nombres en las ropas para reconocerse, cómo se despedían de esposos,  hijos para cumplir con su deber,  ver  la rapidez con que lograron construir centros de atención médica para una atención priorizada del virus. Me han conmovido las imágenes de las personas comunes que a través de los cristales de sus casas se dan ánimos y se gritan palabras de aliento. Todo esto reafirma nuestra confianza con respecto a la capacidad real de los hermanos chinos para ganar una vez más esta batalla contra una epidemia de proporciones internacionales.

Confiamos en la capacidad de resistencia y en la fortaleza de este país y estamos seguros que se logrará el control del virus. Estamos a la espera de la buena noticia en que ya todo haya pasado y podamos salir nuevamente a las calles, ver a nuestros estudiantes, saludarlos, escuchar sus risas de jóvenes confiados en el futuro, ver a los niños sonrientes con sus padres, ver nuevamente a la China segura, trabajadora, pacífica y que todo esto sea una pesadilla que quede en el pasado.

Expresamos la firme convicción de que china ganará la lucha contra la epidemia  y continuamos con  la disposición de acompañarlos a enfrentarla. Como dijera nuestro Presidente de Cuba al embajador de China en una reunión reciente en nuestro país: ¨China tiene la experiencia necesaria y el liderazgo adecuado  para superar la adversidad", lo ha demostrado en disímiles  situaciones.

No están solos en esta batalla, estamos con ustedes.¡Fuerza Wuhan! ¡Fuerza Hubei! ¡Fuerza China!